Alicia está aburrida, mientras su hermana lee un libro sin ilustraciones. ¿Cómo alguien puede leer algo tan poco entretenido? De repente, un conejo blanco, vestido con pantalón y saco, que mira desesperado su reloj, anuncia preocupado que llegará tarde a alguna parte. Alicia no se puede resistir y sigue al conejo hasta su madriguera, una especie de túnel que conduce a la niña a un universo asombroso, lleno de juegos lógicos y graciosos enredos del lenguaje.