Aquí una breve descripción...
Un día cualquiera, en una ciudad cualquiera, de un país cualquiera, nació una niña preciosa; sus maravillosos ojos lo miraban todo con curiosidad. Cuando empezó a caminar por la ciudad, le dijeron que para ser guapa había que llevar vestidos bonitos. Y dejó de sentirse guapa si no llevaba un lindo vestido…
El príncipe Ceniciento no parecía un príncipe, porque era bajito, pecoso, sucio y delgado. Tenía tres hermanos grandulllones peludos que siempre se burlaban de él. Estaban siempre en la Disco Palacio con unas princesas que eran sus novias.
Todas las niñas y niños tienen la necesidad de jugar y de divertirse, bien a través de juguetes, bien a través de cuentos. De esta forma, satisfacen su necesidad de moverse, curiosear, crear, relacionarse, expresarse, intercambiar vivencias, acciones y pensamientos. En definitiva, su necesidad de estar y de vivir en el mundo.
Juan está harto. En casa, todo el mundo le riñe para que no haga nada de lo que hacen las niñas. - Juan, por qué pintas el árbol de color plata? Así los pintan las niñas... - Juan, ¿estás llorando? Vamos, sécate las lágrimas, que los niños no lloran. - Juan, ¿estáis jugando a marineros? Pues tú tienes que ser el capitán. En el colegio se ríen si hace lo mismo que las niñas. - Juan es una niña porque ni juega al fútbol. - ¡Juan! ¿Dónde vas con esa camiseta rosa? ¡Pareces una niña!
Romina tiene un vecino: Se llama Nico. Es un buen niño, y es hiperactivo.
El monito Burbuja Proyecto de recuperación psicosocial de niñas y niños afectados por desastres naturales “El retorno a la alegría”